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Nosotros

Curso “Evaluación de Proyectos”

Con más de 40 años de trayectoria, este curso de último año de la carrera de Ingeniería Civil de Industrias de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha evaluado más de 1.700 proyectos reales provenientes de más de 500 empresas, organizaciones y emprendimientos, tanto del sector privado como público, abarcando una gran diversas industrias. Esta vasta experiencia ha generado un impacto significativo en múltiples sectores del país y ha permitido acumular un conocimiento de gran valor el cual se pone al servicio de cada nueva edición del curso y de los proyectos que en él se evalúan.

El cuerpo docente está conformado por profesores del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la UC, así como por profesores supervisores que trabajan en diversas industrias, todos con amplios conocimientos y experiencia en evaluación de proyectos. Esta estructura favorece la integración de conocimientos teóricos con la experiencia práctica en la evaluación de proyectos reales en distintos sectores y áreas temáticas.

Objetivos

El curso tiene como objetivo principal que los estudiantes de último año de la carrera de Ingeniería Civil de Industrias trabajen en la evaluación de un proyecto real, aplicando las metodologías y herramientas propias de la disciplina. Para ello, se invita a empresas y organizaciones del sector privado y público a postular proyectos reales que estén considerando implementar.

Además de contribuir a la formación de futuros profesionales, este proceso representa una valiosa oportunidad para las empresas y organizaciones participantes. A lo largo del semestre, estas colaboran activamente en el proceso de evaluación y al finalizar, reciben un informe detallado con los resultados de la evaluación, una presentación formal con los principales hallazgos y recomendaciones, y un modelo de evaluación financiera en formato Excel.

A lo largo del curso, los estudiantes trabajan en la evaluación integral de un proyecto real, aplicando herramientas y enfoques propios de la disciplina. Esto los lleva a enfrentar situaciones concretas, como la falta de información o la incertidumbre en los datos, las que deben abordar con criterio y métodos aproximados pero fundamentados.

Durante el proceso, los alumnos trabajan en estrecha colaboración con los profesores, quienes los guían en el análisis de la viabilidad del proyecto. Se pone especial énfasis en evaluar la consistencia entre los recursos que requiere el proyecto y las capacidades reales de la organización que lo llevará a cabo.

Los estudiantes trabajan en grupos de 6 integrantes. Cada grupo cuenta con el apoyo de dos figuras clave: un cliente y un profesor supervisor.

El cliente, quien propone el proyecto, es responsable de asegurar que el trabajo de los estudiantes esté alineado con los objetivos y necesidades reales del proyecto. Para ello, debe revisar y validar los lineamientos generales, orientar al grupo en la definición del alcance y asegurarse de que las tareas realizadas respondan al propósito del proyecto. Se recomienda que el grupo se reúna semanalmente con el cliente para mantener una comunicación fluida y coherente.

El profesor supervisor, miembro del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas, tiene un rol central en la calidad del trabajo. Sus responsabilidades incluyen:

  • Verificar el cumplimiento del calendario de entregas.
  • Asegurar el uso correcto de la metodología.
  • Revisar que el modelo numérico esté libre de errores.
  • Supervisar que los informes mejoren progresivamente hasta alcanzar un alto nivel.
  • Apoyar a los estudiantes en la preparación de sus presentaciones, cuidando tanto el contenido como la claridad de la comunicación.

También se recomienda una reunión semanal con el profesor supervisor.

A lo largo del semestre, los estudiantes deben entregar una serie de informes de avance que reflejen el progreso y la profundidad del análisis realizado. Estos informes deben estar redactados de forma clara, concisa y estructurada, incluyendo los anexos que se consideren necesarios.

Cada informe debe abordar, según el momento del semestre, una descripción del proyecto, una justificación cualitativa de su potencial rentabilidad, la metodología aplicada y los resultados obtenidos. Se espera que los profesores entreguen retroalimentación en un plazo máximo de una semana, para asegurar una mejora continua del trabajo.

Cada grupo debe realizar dos presentaciones orales a lo largo del semestre: una a mitad de curso y otra al final, como parte del examen. Ambas instancias cuentan con la participación del cliente y del profesor supervisor.

La presentación de medio semestre tiene como objetivo detectar tempranamente debilidades en el trabajo, por lo que debe centrarse en la claridad y en comunicar con precisión el enfoque adoptado y el estado de avance. No se espera un resultado final, sino una exposición honesta y bien estructurada del proceso en curso.

La presentación final debe mostrar de forma completa y coherente los resultados del proyecto, considerando que la audiencia puede no estar familiarizada con lo presentado anteriormente. Se recomienda que ambas exposiciones tengan una duración cercana a los 20 minutos y utilicen un número razonable de apoyos visuales que favorezcan la comprensión.